Resumen:
El formato de la clase de hoy está basado, en su mayoría, en el modelo del siglo 20. El
desafío en formación docente es preparar personas que puedan hacer este cambio,
aplicarlo en el aula y adecuarse a las circunstancias que se le presentan, con el
compromiso de actualizarse de manera continua. Nuestras clases del futuro deben ser
diseñadas para adaptarse a las largas distancias de las situaciones de aprendizaje, y
tenemos ahora la oportunidad de conectar a la gente y extender la clase a donde el
alumno esté situado, ésta será la lógica de los tiempos que se acercan. En la
educación superior la clase del futuro es y será donde el alumno esté. La nueva lógica
docente debe estar basada en aptitudes, habilidades y en cómo integrar la tecnología
en las aulas; docentes que puedan servir a las necesidades que plantea el aula, y no
al revés. En esta ponencia, haremos nuestros aportes para acompañar en este desafío
que se nos presenta como docentes.